24/04/2011

TODO MEJORA Y CRECE EN EL MERCADO AUTOMOTOR MENOS LA PROFESION DEL MANDATARIO


Cuando estamos convencidos de una verdad, nos inspiramos para acercarnos a ella. Nos incomoda pensar que hace falta entrar en los juegos políticos de la organización del estado. Seguramente porque no tenemos intención de involucrarnos y sólo queremos trabajar con coherencia en una actividad estable y segura en el marco de su competencia.
No queremos molestar, no queremos ofender, no queremos provocar reacciones contrarias nuestra legítima actividad. Nuestra misión es el servicio, nuestra vocación es ser mejores. Acompañar con inteligencia la gran obra registral.
Sólo queremos entender las políticas institucionales del organismo de aplicación y que comprenda nuestras intenciones de legitimar y jerarquizar el sector de mandatarios para el bien del sistema.
¿Cómo puede ser que no se considere seriamente la participación de un profesional debidamente habilitado para instrumentar el acto registral y proteger al  usuario y el sistema?
Después de 46 años de vigencia del Registro Automotor, los funcionarios siguen formando expedientes en busca de responsables de los ilícitos en las S.T.
Un mandatario matriculado está a la misma altura de un particular que presenta una diligencia de un tercero. La diferencia está en la responsabilidad del primero, su identificación y pertenencia y sobre todo su estudiado conocimiento del Régimen Jurídico–Registral. El segundo cuando ha cometido un delito hay que buscarlo para imputarlo en la Justicia Federal.
La compra-venta de automotores se desvirtúa en su calidad jurídico-registral a partir de que cualquiera compra y cualquiera vende sin la asistencia de ningún profesional o idóneo. En el inmueble, un corredor y el escribano garantizan el acto para bien de las partes y la solidez del Registro
¿Cómo puede ser que no se jerarquicen las transacciones comerciales asesorando a comprador y vendedor de sus derechos y obligaciones en el bien mueble registrable? Debería haber un asesor responsable obligatorio en toda instrumentación de compra-venta. Es el lugar natural del Mandatario Registral de Automotores y Créditos Prendarios. Para eso estudia.
Si la razón de creación del Sistema Registral es para mejor protección jurídica de la propiedad privada de este bien mueble registrable, ¿cómo puede ser que
se pretenda que el “usuario automotor” conozca las complejas normas registrales dinámicas y cambiantes expresadas en tres tomos, cuando por un golpe emocional compró sin más inteligencia que su conveniencia económica?
¿Cómo puede ser que no se entienda que el Mandatario matriculado es un asesor, educador y publicitario de las normas, que asume la responsabilidad de su intermediación ante el organismo de aplicación.?
¿Cómo puede ser que no se entienda que el mandatario es un aliado incondicional del Registro Nacional de  la Propiedad del Automotor y Créditos Prendarios y su compromiso es su celosa profesión?

¿Cómo puede ser que no se entienda que el Mandatario necesita ser escuchado en sus opiniones y sugerencias en busca de una mejor prestación de los servicios para Usuarios y el mismo Registro.
Querido mandatario, después de 46 años de actuación pacífica en los diálogos con todos los funcionarios de turno, sólo podemos decir que hemos conseguido el reconocimiento de nuestra existencia con una credencial y aprendimos que lo que no conseguimos por nosotros mismos, no lo regalará ningún organismo público. Son otros los intereses. Otra la visión de circunstancia. Otro juego.
Cuando la dirigencia sostiene idealismos constructivos cargados de esperanza, y la realidad golpea con el tiempo, los sentimientos se endurecen para actuar con sentido práctico.
La paradoja es que estando unidos nos sentimos solos. Sabemos y queremos prestar servicios, tenemos ánimo. Nuestro capital es el conocimiento y cuanto mayor sea el mismo, más posibilidades de crecimiento profesional y económico tendremos para involucrarnos en el mercado automotor.
No obstante, como corresponde a quienes sostenemos fuertes convicciones tenemos fe en el futuro, seguiremos insistiendo con nuevas políticas, nuevas tácticas y acciones que marquen nuestra presencia, hasta que la comprensión de los funcionarios de turno adviertan la importancia de este sector de más de 40.000 familias de las cuales el 60% es decir 24.000 están en Capital y Prov. de Buenos Aires.